LAS COFRADÍAS DE ÁNIMAS DE LEÓN: SUPERVIVIENTES Y EXTINGUIDAS.

Cristo de San Agustín o Cristo de Burgos. Cofradía de las Benditas Animas. Iglesia de Santa Marina. León. Foto G. Márquez
Entre las distintas tipologías de cofradías existió una que debió de ser la más numerosa ya que se localiza en casi todas las iglesias y parroquias. Es el conjunto compuesto por las hermandades o cofradías de ánimas, cofradías antiguas que hunden sus raíces, al menos, en el siglo XVI.

No pretendo exponer un estudio de las mismas sino, más bien, traer al presente la memoria de las extinguidas, la mayoría, y reconocer la presencia de las que han podido sobrevivir.

En la ciudad de León, incluyendo Puente Castro y Villaobispo, existieron 18 cofradías de ánimas repartidas por sus diferentes iglesias y parroquias, ya que algunas llegaron a tener sus propias capillas, como es el caso de la cofradía de Ánimas y Santo Cristo de Fuera de San Martín, que además es de las que existen en la actualidad.

Estas cofradías tenían una gran importancia puesto que dignificaban los sepelios de sus hermanos y también el de aquellas personas que por suma pobreza no podrían atender a este aspecto.

De entre todas ellas destacaba una, la de Nuestra Señora de la Piedad y Ánimas del Santo Malvar, fundada en el Hospital de San Antonio, lo que es ahora la zona trasera del Ayuntamiento de San Marcelo, comprendiendo también la actual calle Legio VII y la manzana edificada que hay entre esta calle actual y la plaza de Santo Domingo. Allí desempeñaba su función esta cofradía que se encargaba de atender a enfermos y proveer de lugar de entierro y funeral a los más pobres que en el desaparecido hospital terminaban sus días.



Hay que destacar que debió de ser una hermandad muy importante, puesto que cuando el Ayuntamiento de León responde al requerimiento del Conde de Aranda el 22 de febrero de 1772, para informar sobre las cofradías que existían, sus rentas y gastos, a fin de ordenar la extinción de las mismas; la citada autoridad local recomienda que esta cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Ánimas del Santo Malvar del Hospital de San Antonio, fuese una de las cuatro que, explícitamente, no debían extinguirse, aportando una serie de razones particulares aplicadas para la conservación de las cofradías de la Santa Vera Cruz del convento de San Francisco, la de Nuestra Señora del Rosario del convento de Santo Domingo y la del Glorioso Pendón de San Isidoro de la Real Basílica de San Isidoro; si bien los regidores municipales también apuntaban que no se eliminasen el resto de cofradías de ánimas ni las sacramentales pero ya sin hacer distinción entre ellas ni nombrarlas o diferenciarlas.

Por lo interesante del texto, lo reproduzco a continuación: "Pero como esta Regla General conviene que tenga alguna excepción (...) conviene conservar la Cofradía de Ánimas del Malvar por que sus rentas se invierten en enterrar los pobres que mueren en el hospital y en sufragios por sus Ánimas y demás del purgatorio, e igualmente las Cofradías Sacramentales y de Ánimas que están regularmente unidas, agregando a estas algunas de las demás cofradías, con proporción de los medios y pobreza respectiva de rentas y encargos, debiendo quedar las tales cofradías que se les agreguen para que asistan a los entierros, no disminuyan los sufragios, ni dejen de cumplirse las ultimas voluntades."

Al final, estas cofradías han ido muriendo sin que nadie las tenga que prohibir.



Los tiempos cambiaron y ya a mediados del siglo XIX la atención que estas y otras cofradías mantenían por la atención a los difuntos cofrades se vio alterada desde que el 29 de mayo de 1843 el Boletín Oficial de la Provincia publicaba una orden a fin de prohibir el toque de las campanillas de las cofradías "(...) que no hacen bien alguno al difunto y mortifica a los habitantes aumentando la amargura de las familias." Se prohibió también que a las puertas de las casas de los muertos se pusieran pendonetas negras, u otros signos que, según la autoridad "(...) no sirven más que para mortificar a las transeúntes de las calles."

Al día de hoy, la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Animas del Malvar ha logrado sobrevivir, como la de Ánimas de San Martín, después de abandonar el desaparecido Hospital de San Antonio y tras trasladarse a la Iglesia de Santa Marina, donde se encuentra su retablo y allí se encuentra la "Piedad de las Ánimas", su devoción titular, bajo cuya mirada se reúnen sus hermanos.



Del resto de cofradías de ánimas, aún continúa erigida la de Puente Castro y de la de Villaobispo no tengo noticias, pero el resto desaparecieron, aún conservándose en el caso de algunas su antiguo patrimonio e imágenes titulares.


Así es el caso destacado de la cofradía de las Benditas Ánimas de la iglesia de Santa Marina, donde se conserva aún su altar y retablo rematado con el emblema que debió tener la cofradía, teniendo como imagen devocional al Santo Cristo de Burgos reproducido en un gran lienzo. Es de lamentar la desaparición de esta cofradía de ánimas o difuntos, que bien podría ser revitalizada.

Del mismo modo quiero traer al presente la memoria de la cofradía Sacramental del Dulce Nombre de Jesús y Ánimas, también de la Iglesia de Santa Marina, cuya imagen titular aún existe en la Sacristía de la antigua iglesia de los Jesuitas, como del mismo modo se conserva la imagen titular de la cofradía del Ecce Homo y Ánimas del Osario de la Iglesia de Santa María del Camino o del Mercado, donde hubo otra hermandad dedicada al cuidado en los entierros que se denominaba de la Trinidad y Ánimas Ricas, en el mismo templo en la calle Herreros. Ambas desaparecidas.

En la parroquia de San Martín existió la cofradía del Santo Cristo de Dentro de San Martín, posiblemente también de ánimas y desaparecida, como del mismo modo se extinguió otra cofradía que velaba por las almas, la cofradía de la Santa Vera Cruz de la Misericordia, fundada en la iglesia de Palat de Rey, trasladada a la capilla de la Misericordia y unida con la de Santa Catalina antes de su desvanecimiento en la misma parroquia de San Martín.



En la iglesia de San Marcelo desapareció la cofradía de Ánimas Ricas y Osario, teniendo el mismo destino la cofradía de Ánimas de la antigua iglesia de San Juan de Renueva, la del Santísimo Sacramento y Ánimas de la parroquial de San Lorenzo, la de Ánimas y Sacramento de la iglesia de Santa Ana, y las del Santísimo Sacramento y Ánimas de las parroquias de San Pedro y San Isidoro, San Salvador de Palat del Rey y San Salvador del Nido, sin olvidar tampoco la del Santísimo Sacramento y Ánimas de la antigua parroquia de San Juan de Regla, extinguida del mismo modo.

Por ello es importante recordar y potenciar las existentes y supervivientes, que son las de Ánimas y Santo Cristo de Afuera de San Martín, con capilla propia adosada al templo, y la de Nuestra Señora de la Piedad y Ánimas del Santo Malvar, con retablo propio en la iglesia de Santa Marina, aunque fundada originalmente en el desaparecido Hospital de San Antonio, así como la aún establecida en la iglesia de Puente Castro, todas con actividad en el presente, desarrollando sus cultos en estos días de difuntos y de todos los Santos, para el recuerdo de los mismos.

Así termino dejando unas palabras que recuerden a los leoneses difuntos que han sido cofrades de estas hermandades, y por ellas, y por los demás, se esforzaron en su consecución a pesar de haber dejado de existir la mayor parte en el presente.

Que el Señor les tenga en su Gloria.

Crucificado. Cristo de San Martín. León. Foto G. Márquez

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